Una de las dudas más frecuentes al momento de elegir un crédito para comprar casa, es cuánto se pagará de intereses por la hipoteca desde el momento en que la adquieres. ¿Sabes cómo se calcula este monto?
Cuando de trata de buscar el mejor financiamiento para que puedas comprar una casa, lo recomendable es que compares los beneficios y las responsabilidades que representa cada una de tus opciones, incluyendo los intereses.
En esta ocasión, te platicamos a detalle en qué consisten y los conceptos que debes tener en cuenta para que elijas el crédito hipotecario con intereses que mejor se adapte a tus posibilidades.
Cuando una institución te otorga un financiamiento para que compres una casa, se te cobrará una cuota adicional que se incluirá en el monto final a pagar. Si por ejemplo, recibes un crédito de $200,000 MXN con una tasa de interés fija de 12%, la cantidad total que deberás pagar será de $224,000 MXN.
Lo que se paga de intereses en una hipoteca dependerá del tipo de tasa que selecciones, el plazo para cubrir todo el crédito hipotecario y de cada institución financiera. Además, los intereses que pagas en un crédito hipotecario se van reduciendo a medida que vas cubriendo el adeudo.
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Los bancos consideran los siguientes factores para fijar las tasas de interés en los créditos hipotecarios:
Aunque no todas las instituciones que ofrecen créditos bancarios establecen las mismas tasas de interés, por lo general los porcentajes no muestran diferencias significativas. Cuando se establece la Tasa de Interés Fijada, el resto de los costos deben oscilar dentro del margen, variando los intereses.
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Por lo general, las instituciones que ofrecen créditos hipotecarios manejan los siguientes tipos de tasas de interés:
Anual fija: En este caso, el porcentaje de la cuota anual que pagas se mantiene fija, es decir, pagarás el mismo porcentaje a lo largo de todo tu plazo disponible para liquidar la deuda.
Una característica importante de este tipo de tasas es que suelen ser altas, sin embargo, te garantiza la protección ante las fluctuaciones económicas que ocurran durante la vigencia del crédito.
Variable: Cuando eliges un crédito hipotecario bajo esta tasa de interés, el porcentaje de ésta se ajustará anualmente en esa misma fecha. Aunque por lo general suele ser menor a la tasa de interés fija, puede aumentar según las variaciones económicas durante la vigencia del crédito.
Por eso, es importante que consideres tus condiciones financieras a futuro, pues corres el riesgo de no poder solventar los pagos y comprometer tu patrimonio. Te recomendamos consultar la evolución actual de las tasas para considerar qué te conviene.
Mixta: Como su nombre lo indica, este tipo de tasa combina intereses fijos y variables. Cuando solicitas un crédito bajo esta modalidad, la institución acuerda un porcentaje fijo de intereses durante los primeros años del plazo determinado.
En su momento, se realiza un ajuste basado en las referencias y condiciones de tu cŕedito, lo que dará paso a una tasa de intereses variables que pagarás cada año.
De acuerdo con la tendencia promedio del mercado, lo aconsejable es optar por un crédito con tasa de interés fija, pues garantiza que tu deuda no aumente con el tiempo y por ende, no te verás en dificultades para liquidarla.
Sin embargo, esto no significa que funcione igual para todas las personas. Elegir la mejor tasa de interés puede variar según tu situación específica y los tipos de créditos que te ofrezcan las instituciones financieras.
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Para conocer con precisión cuánto se paga de intereses en una hipoteca, procura solicitar información detallada sobre las amortizaciones. Esto te permitirá conocer con mayor seguridad el comportamiento que tendría tu deuda y la alternativa más conveniente para ti.