Lo primero que pensamos después de haber rentado por años es la cantidad de dinero depositado en los bolsillos de nuestros caseros a lo largo del tiempo que habitamos en su vivienda, cuando ese monto podría ser la inversión para pagar nuestro propio inmueble.
Lo cierto es que existen muchas maneras para financiar la compra de una casa, ya sea por medio de las prestaciones que da tu trabajo como el crédito Infonavit y el Fovissste o por medio de instituciones bancarias o Sofomes si no eres beneficiario, es aquí cuando nos planteamos si es mejor comprar o rentar.
Tener casa propia es sinónimo de crecimiento, a pesar de los gastos de sustentar la vivienda y el mantenimiento de esta misma, puedes mantener el valor de venta y convertirlo en plusvalía para que siga generando un valor a lo largo de los años, una casa bien cuidada raramente se va a depreciar.
Ahora bien, las ventajas al comprar una casa no son solamente económicas, también son sociales y repercutirán en tu calidad de vida y la de tu familia de diferentes maneras.
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El realizar planes a largo plazo para mantenerte en un solo lugar te garantiza estabilidad, pues puedes determinar lo que sucederá en el futuro, así mismo estás generando un ahorro apoyado en un crédito que a largo plazo se volverá remunerable al no pagar renta y tener la seguridad de que podrás vender el inmueble en el momento que así lo desees.
También puedes verlo como un logro, una casa propia genera un enorme incentivo para tu autoestima, confianza y te motiva a buscar crecimiento conforme pasa el tiempo. Es una imagen del valor que le brindas a tu vida y a tu trabajo. Además, al comprar casa tendrás un patrimonio que podrás heredarle a tus hijos para garantizarles un mejor futuro.
Asegúrate de elegir la opción de financiamiento que más te convenga según tus necesidades, recuerda que cada institución cuenta con distintos tipos de contrato, por ello debes validar todas las opciones. También puedes consultar aquí la guía para comprar tu primera casa.
