¿Qué es mejor, rentar o comprar una casa? Todos pasamos por esta incógnita y tal parece que la respuesta no es tan simple, si tomamos en cuenta la cantidad de debates acalorados que surgen entre parejas, familiares, expertos.
Decidir entre rentar o comprar no es una opción que se tome sin pensar en grandes sacrificios, pues el hacerse de un patrimonio en una de las decisiones más importantes de nuestras vidas.
Lo cierto es que dejar de rentar puede cambiar tu vida para bien. Existe cierta mentalidad en el consciente de los mexicanos que dice que “comprar es una mejor opción, porque rentar es tirar el dinero a la basura”, ¿quién no ha sido víctima de este pensamiento? Sin embargo, hay que mirar más allá del sólo adquirir un patrimonio para vivir: hacerse de una propiedad es mucho más que eso.
Es un hecho que la opción de comprar tiene siempre recompensas inmediatas mayores que arrendar, puesto que la casa será una propiedad a tu nombre y sentirás seguridad al pensar que tienes un inmueble que puedes usar para heredar, rentar, vender o traspasar en el caso de necesidades económicas y que, además, tomará plusvalía dependiendo de la zona en donde esté ubicada. Al tener casa propia se abren las puertas también para obtener préstamos y créditos, ya que contar con un patrimonio es una excelente señal que indica al mundo que somos personas solventes y capaces de pagar.
También debemos recordar que el valor de las casas en México se mantiene por encima de la inflación, y ––tomando en cuenta el desarrollo de la ciudad en donde la adquieras–– crecerá superior al ritmo normal de la población. Eso nos permite, con el tiempo, formar un patrimonio de alto valor; así que en realidad estás haciendo una inversión inteligente en un inmueble que no se devalúa y que al contrario, genera valor.
De igual manera existen desventajas al rentar una casa, pues existe siempre una obligación con la persona que nos renta y se tendrá que negociar multiples aspectos con ésta. Además siempre que exista un contrato se necesitará el permiso del dueño para hacerle modificaciones a la vivienda, y todo el dinero que se invierta en la casa se verá perdido cuando se tenga que entregar el inmueble.
Es importante hablar también de la estabilidad emocional y económica que nos genera el comprar una casa, pues un efecto particular es que mejora tu estilo de vida, además de producir sentimientos positivos al planear cómo será tu nuevo hogar que ya no es temporal, y que ahora podrá sufrir todas las modificaciones que tu buen gusto quiera hacerle.
Lo más importante es recordar que no estás resolviendo una necesidad de vida, sino que estás creando riqueza poco a poco - no sólo para tu presente, sino el futuro. Toma la decisión, cambia tu pensar y disfruta tu nueva vida.